
En la historia de la educación, los cuerpos son los grandes ausentes. Bien guardados debajo del guardapolvo, también parecen haber sido robados, en su diversidad y capacidad de goce, del imaginario. Si se habla del cuerpo en el aula, es para hacer foco en problemas que sirven como disciplinadores. Así, la sexualidad es una amenaza de enfermedad o embarazo no deseado; la identidad sexual, un defectito a tolerar o bien a corregir. ¿Cambiará algo de esto a partir de la largamente postergada implementación de la Ley Nacional de Educación Sexual? leer más>
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